Funerales

Un anciano que recién había sido despedido de ser vendedor de loterías de las famosas Tele bingo y Senete, habría mantenido por más tiempo, pero una emergencia sucedió a nivel nacional que refletia algo global, ansioso estuvo su casa evitando ver las noticias, pero pronto se le cortaría la televisión a cable temiendo tener que quedar sin los canales entretenidos. La situación afuera se hacía crítica y con limitaciones, hasta que después de un mes de duras perdidas, se anuncia el ofrecimiento de cierto trabajo, el sueldo era mayor que obtenía vendiendo bingos por cual acepto. Inicialmente le causa consternación, usando trajes pesados que tenían ser constantemente limpios por el sudor, había mucho drama alrededor y se sentía apenado. La exhaustion aumento y mientras sus colegas de trabajo desistían de continuar, lentamente el anciano empezaba a sentirse mejor aún con tanto trabajo, cuando cobra su primer sueldo sintió que valió la pena, con más empatía que nunca dono parte de su sueldo a una fundación de ollas populares. La crisis le dio un motivo para seguir y satisfacción personal.