En una pequeña ciudad fronteriza con de Ponta Pora, un niño pasaba por la línea que separaba a ambas ciudades donde podría verse el único cine, cruza la calle pare ver las pantallas digitales con los siguientes estrenos:
``Una película de zombi, una tonta comedia, tampoco, pero ese si quiero la del hombre araña``- que estaba programada para su estreno para el final del año- ``Un billete azul por semana y voy a ir en su estreno``
Volvería a su casa humilde dos apretadas habitaciones con sus varios hermanos sucios por sus caminatas durante el día:
``Mamá, ¿qué vamos comer en navidad? ``
``Todavía no se hijito, quizás un asadito``
Por el canal público, el niño vio otra de las películas de superhéroe:
``Esta es la primera, que bien que la pasan ahora``- lo vio por un largo rato pero la señal de la televisión se pierde dejando la ruidosa estática.
Esperanzado, sigue viendo el canal hasta que se da cuenta que termine, durmiendo en el sofá con resignación:
``Que mal, no sé cómo sigue la película, si mamá tuviera saldo podía ver el video, pero no``
Las semanas transcurrieron, seguía vendiendo sus bingos que tenían premios mayores, aunque sentía que todas las veces estaba lejos que era imposible ganar con los suyos.
Con las fiestas llegando, los supermercados donde esperaba vender sus bingos se llenaban y podía vender todos en un día, cosa que no ocurría a menudo:
``Voy a tener dinero para la gaseosa y palomitas``- animado por que faltaban pocos días para su estreno, por cual fue pasar al lugar viendo ya los grandes carteles sobre la película.
Regresando a su casa, encuentra la factura de agua diciendo último aviso, su madre se exaspero y al ver sus ahorros acepto pagar su cuenta:
``Creo que solo tomaremos caldito en navidad``- dijo a sus hijos.
El niño tomo sus ahorros y recordando los precios del supermercado, supo que podía tener suficiente para un asadito.
La película ya estrenaba y pasaba repetidas veces frente al cine, llega a entrar, pero retrae.
``Aquí mamá, para nuestra cena``- trajo carne, mandioca y gaseosa.
``¡Gracias Hijito, nos salvaste! ``
Por cual tuvieron la noche buena, comieron bien esa noche, para los días siguiente le vino la tristeza de no poder ver la película y que aún así no sobra para el año nuevo.
Pero el tiempo paso, con los años consiguió trabajar en un pequeño quiosco con una televisión a cable paga por su jefe, donde se emitía con frecuencia esa película:
``Aha, recuerdo que sufrí tanto por querer ver esa película, ahora hasta de mañana la exhiben, talvez el cine no vale tanto la pena``
