sábado, 7 de noviembre de 2020

Historia de un clavito

En una bolsa típica de clavos, algunos de estos elementos adquirían conciencia, el caso del número 50, recibiendo ese número únicamente por su número de lote de su plástico, en la tienda que estuvo por años escucha las conversaciones diarias: 

``Mba`epa reipota hoy``- decía una voz anciana, con el tiempo pudo entender sus significados y apreciar la radio ligada durante todo el día.

 ``Quisiera tener compañía…``- refirió a que era el único en aquella bolsa de 100 clavos que podía pensar.

 Cierta mañana percibe que la bolsa donde vivía era llevada, sintió cierta alegría por salir de ahí pero también inseguridad hacia donde iría. Ve que la persona quien lo obtuvo era un anciano flaco y con temblores. 

La vista del martillo lo aterro enormemente, cuando llego el turno de ser usado sintió un dolor que realmente lo sacudía completamente más la aflicción de estar encerrado, perdió su conciencia. Cuando pudo recuperarlos noto que estaba en una tabla en posición que veía gallinas a su frente:

 `` A esto llamaban de alambrado``- refirió, ver estas aves a partir de ese momento pasó un periodo entristecedor, observando la rutina de las gallinas bajo sol agotador y una lluvia brutal- `` ¿Cuánto tiempo habrá pasado?’’ -Había visto incontables amaneceres y anocheceres, la madera donde estaba anclado envejecía obteniendo un color verdoso, aunque no podía olfatearlo el lugar adquiría un aire nauseabundo. 

El anciano era una presencia regular, entendía su español mezclado con el idioma indígena, de forma tan progresiva que no se dio cuenta, el anciano venia menos a revisar sus animales con una tos que lo acompañaba. Llegaba una semana inusualmente cálida, las gallinas se escondían torpemente debajo de un pedazo de mármol apoyado en la pared cual formaba un techo improvisado. La temperatura mantuvo su inusualita:

 ``No ha venido hoy``- refirió el clavito sobre la ausencia del anciano, el tiempo lo había sacado un poco de su posición e podía ver humo detrás de las paredes.

 Las gallinas alborotadas saltan repetidas veces tratando saltar la cerca, el clavito llega a sentir las garras de ellas, pero se alegró al ver que ambas habían logrado salir del recinto mientras chispas caían en la madera:

 ``Es difícil quemar esta madera dura``- creyó, pero las chispas sobrepasaron y vio como era cubiertos por llamas. La sensación del calor fue angustiante pero el clavito en algún momento se tranquilizó:

 ``No puedo hacer nada, solo aceptar lo que venga``- pensó antes de caer viendo como era cubiertos por colores rojos y anaranjados.

 El tiempo pareció eterno hasta recobrar su conciencia, sintiendo algo fino sobre èl, eran las cenizas ahora sin ningún calor: 

``Puedo quedar de pie``- exclama, su estructura estaba oscurecida aún entera, vio a su alrededor la zona cubierta por el gris- ``Esta vacío mas yo estoy libre``

 Con pequeños brincos se movimiento, pasaron minutos y puede salir al cual identifica la casa donde estaba, no encuentra nadie a parte de algunos pájaros sobre edificios altos, encuentra un papel cual entiende solo una región: Año 2030 

``Me pregunto cuanto tiempo ha pasado``- seguía brincando hasta toparse con otro humano con ropa amarilla, finge ser estático y es agarrado por este. Escuchando palabras cual apenas entiende, pero se relaja al identificar que eran amables, días después estaba en un baúl con otros objetos con rasgos de quemados: 

`` Felicidades, has sobrevivido para ser una reliquia``- dijo un tornillo acompañado de otras piezas de metal. 

``Oh, seria yo ordinario sino fuera esa tragedia`` El baúl tenía un pequeño título: ``Piezas de metal sobreviviente a los incendios forestales`` 

 

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